RESEÑA:
MARISELA MONTENEGRO
TESIS DOCTORAL EN PSICOLOGIA SOCIAL
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE BARCELONA
CONOCIMIENTOS, AGENTES Y ARTICULACIONES: UNA MIRADA SITUADA A LAS INTERVENCIONES PSICOSOCIALES
CAPITULO 4: INTERVENCIONES PSICOSOCIALES: INTERVENCIONES PARTICIPATIVAS
Marisela Montenegro es destacada en el ámbito latinoamericano por su trabajo en el área de la psicología comunitaria y la investigación acción participativa; ha desarrollando procesos participativos tanto en Caracas – Venezuela como en Barcelona – España. En el presente capitulo de su tesis doctoral en psicología social, nos presenta las intervenciones participativas como contraposición a las directivas expuestas en el capitulo anterior, ubicándolas como resultado de las crisis de las ciencias sociales durante los años 50 y 60, la cual genero la ruptura con los presupuestos fundacionales de estas y genero nuevas perspectivas más acordes con las críticas de escaso aporte al bienestar humano, falta de contacto con situaciones sociales por fuera de los laboratorios, escasa rigurosidad por fallas en la neutralidad y tendencia a la reproducción de practicas de control y opresión social.
En su exposición resalta como las intervenciones psicosociales con perspectivas participativas buscan la transformación social a partir del protagonismo de las personas afectadas y el compromiso de los profesionales con la modificación de relaciones sociales de dominación a partir de la generación espacios de dialogo entre saberes científicos y populares, reconocimiento ante la imposibilidad de la neutralidad de las ciencias sociales frente a su objeto científico, debe apuntarse más bien a la toma de partido en beneficio de los sujetos de intervención, en busca de su liberación. Serían estas, ante todo, una praxis política que parte de una forma de entender lo social como fuente de desigualdades y opresión lo cual guía la intervención, que a su vez retroalimenta conceptos acerca de la participación y los vínculos sociales.
Estos conceptos conllevan a que se asuma la participación de los sujetos como primordial en esa transformación social, en tanto desde la practica misma los saca de la posición de oprimidos y los ubica en el lugar de actores sociales del cambio, dándoles un lugar primordial en la toma de decisiones y enfatizando siempre en el dialogo constante y productivo entre estos y los agentes externos. El objetivo de todas las intervenciones desde esta perspectiva es la transformación de las relaciones de dominación de la sociedad las cuales perpetúan la opresión de algunos grupos sociales, generando con estos grupos espacios de dialogo que favorezcan la concientización, desnaturalización de sus condiciones como base para el cambio de las relaciones.
Las perspectivas participativas proponen una profundización en los método democráticos, donde más alla de los modelos representativos se produzca una democracia social, donde se reconozca la palabra del otro y se promueva una reconfiguración de los vínculos sociales especialmente en lo local y cotidiano, es así como se promueven la desprofesionalización en la cual los académicos comparten su conocimiento con los grupos organizadas, para que deje de ser parte del sistema de exclusión, mientras el grupo a su vez va poniendo su conocimiento popular al servicio de los mismos fines. Se legitima así la irrupción de una agente externo dentro del funcionamiento y lógica cotidiana de los grupos, a partir de un fin loable como la transformación social la cual resulta urgente, especialmente en Latino América donde se han desarrollado los principales avances de esta perspectiva.
Destaca dentro de las perspectivas participativas varias corrientes que conservan las lógicas de intervención mencionadas anteriormente aunque con algunas diferencias, son estas:
La Educación popular, con su principal representante Paulo Freire, la cual se enmarca en la corriente critica de la sociología educativa y pretende modificar las relaciones propias de la escuela tradicional, caracterizadas por la verticalidad y la anulación de los discurso del otro, apuntando de manera especial a la domesticación y reproducción de los sistemas opresores. No así Freire a punta a la emancipación como principal objetivo de la educación a partir del reconocimiento del conflicto como generador de procesos de dialogo que apunten a la formación de una conciencia crítica frente a las condiciones que se han naturalizado en sociedades dependientes como Latinoamérica, develando las ideologías que sostienen las relaciones de poder establecidas.
La Teología de la Liberación que surgió tras el concilio Vaticano II que condujo a acercar más a los clérigos con el pueblo, fue representada y abanderada en Centroamérica por Martín-Baró, criticando la verticalidad de las relaciones religiosas reproducen la alienación, en tanto la iglesia debe estar al servicio de la igualdad, reconociendo la opresión como fuente primordial del sufrimiento humano, promueven así la emancipación subjetiva en contra de las ideas tradicionales de la situación miserable como voluntad de Dios.
La IAP (Investigación Acción Participación) propone la necesaria relación entre la investigación y la intervención a nivel social en tanto los sujetos afectados deben hacer parte del proceso de develamiento de sus condiciones, construir sus teorías frente a estas y recibir resultados de esta construcción que promuevan la Transformación, los principales representantes de estas son: Fals Borda (Colombia) con su sociología militante basada en la idea de la transformación social a partir del acompañamiento de profesionales comprometidos a grupos comunitarios organizados, entendiendo el acompañamiento como el caminar con el grupo, entendiendo sus ritmos y forma de construcción los cuales se dinamizan y favorecen. en busca del empoderamiento. Tomás Villasante (España) propone ante todo la unión de las redes sociales como alternativa de transformación, las cuales deben explorarse desde mapas sociales que resalten los recursos y saberes con que se cuenta a partir de la intervención de los profesionales como espejos que le permiten a la comunidad reflexionar sobre sí misma a partir de los analizadores históricos y los contenidos temáticos.
La psicología social comunitaria, recoge gran parte de sus insumos de la psicología social especialmente los conceptos de grupo, principios de construcción grupal y la noción de socialización, aunque tiene varias corrientes es la de la transformación la que corresponde a las perspectivas participativas basándose en la búsqueda de la concientización y el empoderamiento de los sujetos que a partir de la participación se involucra en procesos de cambio de condiciones de vida especialmente en lo local. Finalmente se resalta el concepto de participación en tanto los sujetos afectados y los profesionales entran a formar parte de algo, lo cual aunque podría pensarse desde varios lugares se lleva al punto máximo, es decir cuando el sujeto tiene participación plena es decir poder, de decisión y acción sobre la realidad intervenida.
Montenegro, reconoce a lo largo del texto algunas criticas a las perspectivas participativas, no obstante la exposición aunque rica en conceptos y descripciones ligadas a los procesos de emancipación y liberación social, parece dejar de lado el reconocimiento de las lógicas de poder como dinámicas y multidireccionales presentes en todas las relaciones sociales y posiblemente emergentes tras posiciones de ficticia liberación y apuntar más así la búsqueda de intereses particulares del interventor, así debe resaltarse de manera más amplia la necesidad del replantear, reflexionar y reconstruir constantemente las practicas para evitar recaer en las practicas sociales opresoras tan cuestionadas, al reproducir a nivel comunitario relaciones de elites y jerarquías a partir de los conocimientos y procesos de exigibilidad de los derechos, tanto por parte de los profesionales, como de los lideres y grupos organizados.
Así mismo, recae en la falacia de considerar los roles de oprimido y opresor como estáticos cuando uno de los principales objetivos de las intervenciones participativas, transformadoras y liberadoras, debe ser el favorecer en los sujetos el reconocimiento de como en los cotidiano de la comunidad, los grupos de agremiación y la familia misma, se reproducen los sistemas dominantes, asunto que muchas veces se deja de lado privilegiando las luchas políticas contra el sistema hegemónico en tanto los gobernantes, cuando la real y principal influencia de las intervenciones se centra en lo cotidiano del grupo. Las posturas dialógicas y el reconocimiento de saberes deben presentarse al grupo como estrategias de transformación de su realidad cotidiana, transmitirse como formas de mediación de conflictos y vínculos comunitarios favoreciendo el cambio social no sólo en las estructuras macrosociales sino en las microsociales que son reconocidas por los grupos como las de influencia más directa y fuerte sobre sus estados emocionales y búsquedas de alternativas.
sábado, 24 de octubre de 2009
EL COMPROMISO CON LA TRANSFORMACION SOCIAL
Etiquetas:
Intervenciones participativas.,
Marisela Montenegro
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